Papá, abuelos, tíos, bisabuelos y a todos los hombres de mi clan familiar, los honro por muchos motivos.
Honro el dolor que padecieron en su condición de hombre por la época en la que les tocó vivir.
Honro a sus niños interiores heridos, especialmente cuando no les permitieron llorar sus tristezas ante el mandato de que los hombres no lloran.
Honro su frustración ante las veces que creyeron que valían únicamente por su trabajo, o por su capacidad de generar dinero.
Honro su miedo a parecer débiles y vulnerables, y todo el esfuerzo que hacen para aparentar lo contrario.
Honro su conflicto interior entre conectar con su corazón o mostrarse como se suponía que tenían que mostrarse los hombres.
Y honro el dolor que generó en su salud y en su cuerpo la falta de libertad a la hora de expresar sus sentimientos.
También honro sus alegrías, ilusiones y en todos sus instantes de felicidad ya que gracias a ellas pudieron en muchos momentos difíciles mantenerse de pie y seguir adelante.
Lo honro todo porque su dolor sufrido no nos convierte en hombres desgraciados, sino en hombres que crecieron y evolucionaron a través de sus experiencias.
A todos ustedes los llevo en mi corazón con mucho respeto y orgullo ya que fueron, son y serán siempre grandes hombres dignos de amor.
Sugerencia: prende una velita el día del aniversario de fallecimiento de algún hombre de tu clan , nombralo y di estas palabras.
Con amor
Vi.